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viernes, 9 de febrero de 2018

TOXOPLASMOSIS Y EMBARAZADAS ¿TENER UN GATO DOMESTICO ES PELIGROSO PARA MUJERES EMBARAZADAS?

TOXOPLASMOSIS Y EMBARAZADAS
¿TENER UN GATO DOMÉSTICO ES PELIGROSO PARA MUJERES EMBARAZADAS?



Durante la etapa de gestación el sistema inmunológico de las mujeres tiende a deprimirse; adquiere tolerancia frente a cierto tipo de antígenos, permitiendo que la madre y el feto puedan convivir de forma armónica. Esto resulta un proceso totalmente fisiológico que evita que el feto sea rechazado por el organísmo de la gestante como cuerpo extraño (1).
Debido a los cambios en el sistema inmune materno, la exposición para adquirir enfermedades; tanto en el feto como la madre, aumenta debido a la tolerancia fisiológica. El reto del sistema inmune en este caso es la capacidad de diferenciar entre antígenos patógenos; como parásitos y bacterias, y antígenos pertenecientes al feto (2).
Una de las infecciones parasitarias más conocida que se presenta con gran índice durante el embarazo es la toxoplasmosis, categorizada como Zoonosis parasitaria debido a que su transmisión se da entre humanos y animales (de igual forma entre los mismos animales); siendo el principal causante un protozoo intracelular denominado “Toxoplasma Gondii” (3).  Adquirir la infección 6-8 meses antes del periodo de gestación o después del nacimiento del neonato, no presenta ninguna implicación grave para el bebé; en general las personas con sistema inmunitario sano tienden a padecer de toxoplasmosis en algún momento de su vida de forma asintomática debido a que puede contrarrestar fácilmente al parásito, incluso se confunde fácilmente con una gripe; por el contrario, la infección primaria durante el embarazo, en donde el feto adquiere el parásito de forma congénita (transmisión vertical), es de gran importancia ya que puede producir serias consecuencias en el desarrollo neurológico y en la salud visual del niño e incluso puede terminar en un aborto espontaneo  (3, 4, 5).
Las principales fuentes de transmisión del parásito y con un papel sumamente importante son alimentos contaminados dentro de los cuales se encuentran las carnes poco cocidas, embutidos, huevos crudos, frutas y verduras mal lavadas, beber agua no tratada, que pueden estar contaminados considerablemente y son ingeridos de manera directa (4).
Siempre se ha relacionado a los gatos domésticos como fuente de infección, la realidad es que existe mucha desinformación acerca de este tema en particular (4). Si bien el gato es el principal reservorio de dicho parásito es importante saber que el contacto con el animal no es fuente de infección, la importancia de dicha especie en esta patología radica en que solo en su intestino puede producirse una multiplicación del parasito, por otro lado existen reservorios intermediarios como ratas, palomas y diversas especies animales que pueden adquirir la infección pero en este caso no existe multiplicación (3).
La única forma en que una persona puede infectarse por tener un gato doméstico es:
1.      En su hogar exista un gato que haya adquirido el parásito, lo que resulta posible si el gato no se encuentra vacunado, tiene acceso al exterior en donde puede ingerir carne de ratas o palomas infectadas o si la alimentación del gato es a base de carne (4).
2.      Las heces del gato no sean eliminadas después de 24 a 36 horas de su deposición. Esto debido a que el gato libera el parásito por medio de sus heces, pero en este momento se encuentran inmaduro y sólo si las condiciones son favorables puede alcanzar su estado infectivo al siguiente día de su puesta o en los posteriores 5 días, por ende es de gran importancia la limpieza del arenero evitando que sea la gestante la que realice dicha actividad (3).
3.      Se realice un contacto directo por parte de la gestante con las heces del gato que ya se encuentren en estado infeccioso (3).
Para evitar la infección:
1.      No consumir carne cruda o sin cocer adecuadamente.
2.      Lavar adecuadamente todos los implementos utilizados en la cocina.
3.      Lavar minuciosamente las manos antes y después de manipular alimentos.
4.      Lavar frutas y verduras antes de consumirlas.
5.      Limpiar y desinfectar las áreas en donde se manipulen alimentos.
6.      Utilizar guantes para trabajos de jardinería y limpieza de arenero que debe realizarse con agua hirviendo. Las mujeres embarazadas deben evitar estas actividades.
7.      Vacunar y cuidar del gato para evitar su infección.

BIBLIOGRAFÍA
1.      Ana Maria Torres Lima MVHC, Ana Yolanda Rodríguez Torres. Sistema Inmune y embarazo: características generales en mujeres sanas y en pacientes con enfermedades reumáticas. La Habana. Agosto de 2013;15(2):7.

2.      Lay Salazar Torres DÁG. Inmunología Perinatal. agosto de 2014;42(4):8.

3.      Áurea Pereira MP. Toxoplasmosis. Offarm. abril de 2002;21(4):6.

4.      Paloma Gómez López-Tello. Toxoplasmosis. Consejo Farmaceutico. Farmacia Profesional. 5 de septiembre de 2012;26(5):3.
5.      1.
6.      Jose Alberto Cortés JEG, Pedro Ignacio Silva LA, Ingrid Arévalo Rodríguez MIA, Sandra Beltrán IFC, Edith Ángel Muller GR, Pio Iván Gómez. Guía de atención integral para la prevención, detección temprana y tratamiento de las complicaciones del embarazo, parto y puerperio: sección toxoplasmosis en el embarazo. Infectio [Internet]. enero de 2012;16(4). Disponible en: http://www.elsevier.es/en-revista-infectio-351-articulo-guia-atencion-integral-prevencion-deteccion-S0123939212700188



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