TOXOPLASMOSIS Y EMBARAZADAS
¿TENER UN
GATO DOMÉSTICO ES PELIGROSO PARA MUJERES EMBARAZADAS?
Durante la etapa de gestación el sistema inmunológico
de las mujeres tiende a deprimirse; adquiere tolerancia frente a cierto tipo de
antígenos, permitiendo que la madre y el feto puedan convivir de forma armónica.
Esto resulta un proceso totalmente fisiológico que evita que el feto sea
rechazado por el organísmo de la gestante como cuerpo extraño (1).
Debido a los cambios en el sistema inmune materno, la
exposición para adquirir enfermedades; tanto en el feto como la madre, aumenta
debido a la tolerancia fisiológica. El reto del sistema inmune en este caso es
la capacidad de diferenciar entre antígenos patógenos; como parásitos y
bacterias, y antígenos pertenecientes al feto (2).
Una de las infecciones parasitarias más conocida que
se presenta con gran índice durante el embarazo es la toxoplasmosis,
categorizada como Zoonosis parasitaria debido a que su transmisión se da entre
humanos y animales (de igual forma entre los mismos animales); siendo el
principal causante un protozoo intracelular denominado “Toxoplasma Gondii” (3).
Adquirir la infección 6-8 meses antes
del periodo de gestación o después del nacimiento del neonato, no presenta ninguna
implicación grave para el bebé; en general las personas con sistema inmunitario
sano tienden a padecer de toxoplasmosis en algún momento de su vida de forma
asintomática debido a que puede contrarrestar fácilmente al parásito, incluso
se confunde fácilmente con una gripe; por el contrario, la infección primaria
durante el embarazo, en donde el feto adquiere el parásito de forma congénita
(transmisión vertical), es de gran importancia ya que puede producir serias
consecuencias en el desarrollo neurológico y en la salud visual del niño e
incluso puede terminar en un aborto espontaneo
(3, 4, 5).
Las principales fuentes de transmisión del parásito y
con un papel sumamente importante son alimentos contaminados dentro de los
cuales se encuentran las carnes poco cocidas, embutidos, huevos crudos, frutas
y verduras mal lavadas, beber agua no tratada, que pueden estar contaminados
considerablemente y son ingeridos de manera directa (4).
Siempre se ha relacionado a los gatos domésticos como
fuente de infección, la realidad es que existe mucha desinformación acerca de
este tema en particular (4). Si bien el gato es el principal reservorio de
dicho parásito es importante saber que el contacto con el animal no es fuente
de infección, la importancia de dicha especie en esta patología radica en que
solo en su intestino puede producirse una multiplicación del parasito, por otro
lado existen reservorios intermediarios como ratas, palomas y diversas especies
animales que pueden adquirir la infección pero en este caso no existe
multiplicación (3).
La única forma en que una persona puede infectarse por
tener un gato doméstico es:
1.
En su hogar exista un gato que haya adquirido el parásito, lo
que resulta posible si el gato no se encuentra vacunado, tiene acceso al
exterior en donde puede ingerir carne de ratas o palomas infectadas o si la
alimentación del gato es a base de carne (4).
2.
Las heces del gato no sean eliminadas después de 24 a 36
horas de su deposición. Esto debido a que el gato libera el parásito por medio
de sus heces, pero en este momento se encuentran inmaduro y sólo si las
condiciones son favorables puede alcanzar su estado infectivo al siguiente día
de su puesta o en los posteriores 5 días, por ende es de gran importancia la
limpieza del arenero evitando que sea la gestante la que realice dicha
actividad (3).
3.
Se realice un contacto directo por parte de la gestante con
las heces del gato que ya se encuentren en estado infeccioso (3).
Para evitar la infección:
1.
No consumir carne cruda o sin cocer adecuadamente.
2.
Lavar adecuadamente todos los implementos utilizados en la
cocina.
3.
Lavar minuciosamente las manos antes y después de manipular
alimentos.
4.
Lavar frutas y verduras antes de consumirlas.
5.
Limpiar y desinfectar las áreas en donde se manipulen
alimentos.
6.
Utilizar guantes para trabajos de jardinería y limpieza de
arenero que debe realizarse con agua hirviendo. Las mujeres embarazadas deben
evitar estas actividades.
7.
Vacunar y cuidar del gato para evitar su infección.
BIBLIOGRAFÍA
1.
Ana Maria Torres Lima MVHC, Ana Yolanda Rodríguez Torres. Sistema Inmune
y embarazo: características generales en mujeres sanas y en pacientes con
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3.
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Profesional. 5 de septiembre de 2012;26(5):3.
5.
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6.
Jose Alberto Cortés JEG, Pedro Ignacio Silva LA, Ingrid Arévalo
Rodríguez MIA, Sandra Beltrán IFC, Edith Ángel Muller GR, Pio Iván Gómez. Guía
de atención integral para la prevención, detección temprana y tratamiento de
las complicaciones del embarazo, parto y puerperio: sección toxoplasmosis en el
embarazo. Infectio [Internet]. enero de 2012;16(4). Disponible en: http://www.elsevier.es/en-revista-infectio-351-articulo-guia-atencion-integral-prevencion-deteccion-S0123939212700188
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