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domingo, 28 de enero de 2018

LA SAL Y SU CONSUMO EXCESIVO PUEDE OCASIONAR PROBLEMAS A TU SALUD



La sal es uno de los ingredientes que sueles emplear todos los días en tus platillos. A veces, lo haces de manera excesiva y en muchas ocasiones reconoces que se te ha ido la mano. Aunque este ingrediente sirve para realzar el sabor de los alimentos y hacer que nuestro organismo funcione correctamente, es necesario concientizarse de que hay que consumirlo con moderación para evitar problemas de salud. (1)

Consumir sal en exceso es la causa de numerosos problemas de salud, no solo relacionados con las enfermedades cardiovasculares, sino también con insuficiencia renal, osteoporosis, cáncer de estómago, sobrepeso y obesidad. De hecho, según la Fundación Española del Corazón (FEC), reduciendo al menos la mitad del consumo de sal diario obtendríamos beneficios en nuestra salud comparables a los derivados de dejar de fumar.

Hace más de una década que la Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció en 5 gramos el consumo máximo diario de sal, cifra muy por debajo de la que se ingiere de media en el mundo, entre 10 y 12 gramos. La mayor parte de la ingesta diaria de sal, alrededor del 80%, proviene de los productos envasados y precocinados. (2) (4)

La cantidad de sal permitida por persona depende de las condiciones físicas, la dieta y las actividades que realiza cada uno. También varía según la época del año o el tipo de alimentos que se consumen. Por ejemplo, durante el verano o la primavera se come menos sal que en invierno. El sodio ingerido por día debe oscilar entre los 500 y los 2400 miligramos. Hay alimentos que encuentras en las tiendas que superan este valor de manera exagerada. Por citar algunos casos: una funda de papas fritas tiene cerca de 4900 mg de sodio, una hamburguesa puede llegar a los 5400 mg y una dona a los 4500 mg. (3)

Añadir sal en la comida, tanto en el momento de procesado como en el de consumo, es innecesario. La sal empezó a utilizarse para conservar los alimentos durante más tiempo, pero con los sistemas más modernos de conservación, esta medida ya no es necesaria y en la actualidad se utiliza básicamente para dar más sabor a la comida.
La sal contribuye a la retención de líquidos por parte del organismo, lo que produce una presión sobre las arterias y favorece la aparición de la hipertensión. Según datos de la OMS, la hipertensión es la causante del 62% de los accidentes cerebrovasculares y del 42% de las enfermedades del corazón. (5) (6)

Cabe destacar que la sal cuenta con un papel fundamental en la absorción del calcio, por lo que, si ingieres más cantidad de calcio, pero a su vez también consumes una gran cantidad de sodio, tu cuerpo no absorberá el calcio y este se eliminará a través de la orina. Por tanto, el organismo tendrá que ir a procurar el calcio de sus reservas, es decir, a los huesos. Esto ocasionaría la desmineralización de los huesos, lo que conlleva a la osteoporosis. (7)

La sal favorece la aparición de ciertos tipos de tumores, como el cáncer de estómago, ya que la comida muy salada irrita y erosiona las paredes estomacales. Esto provoca lesiones, úlceras, infecciones, indigestión, etc.

El sobrepeso y obesidad son muy graves, no sólo por lo indicado anteriormente, sino también porque la sal aumenta la sed y ésta en ocasiones no es saciada con agua, sino con bebidas azucaradas que provocan más sed todavía por la gran cantidad de glucosa y gas. Esta es otra manera de estar en un círculo sin principio ni final, porque tanto el sobrepeso como la obesidad empeoran las enfermedades del corazón, riñón, pulmones, estómago, etc. (7) (8)

Además de todos esos problemas, el excesivo consumo de sodio altera los órganos purificadores, aumenta la sensación de sed y obstruye las vías respiratorias por lo que aquellos que tienen asma o problemas respiratorios podrían empeorar su condición. (5)

Recuerda que una cucharadita de sal equivale a 5g, es la dosis recomendada por la OMS, sobrepasar estas medidas ya sería perjudicial para nuestra salud. En la actualidad, se llega a ingerir, entre todas las comidas, hasta el doble de la cantidad diaria recomendada. (3)

Al principio te será un poco difícil reducir la sal de tus platillos, ya que las papilas gustativas la necesitarán para sentirle gusto a los alimentos. Si cada vez añades menos, irás disfrutando del verdadero sabor de las cosas al no estar “enmascaradas” con este aditivo.

Ten cuidado con las comidas procesadas y los menús que consumes, por lo general suelen llevar sal, aunque se trate de alimentos dulces o que indiquen ser bajos en esta. Los alimentos congelados y empanados aprovechan este mineral para mantenerse en buenas condiciones por más tiempo. (1) (8)
Para condimentar tus platos evita los aliños, mayonesa o salsa de soja, ya que tienen mucha sal, te recomendamos que uses hierbas aromáticas, como el romero, el perejil y el orégano. También puedes usar limón, vinagre o aceite de oliva.

Ya que hacer un cambio tan brusco en la dieta y dejar de consumir sodio de un día para otro no es lo más divertido del mundo, ni tampoco lo más saludable, puedes ir reduciendo de forma consciente la dosis de sal que le pones a tus alimentos.
Verás que de a poco te vas acostumbrando a los sabores de cada ingrediente y no necesitas tantos aliños o condimentos.

Bibliografía


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1.
Flavia. ¿Por qué la sal es perjudicial para la salud? [Online].; 2015 [cited 2018 Enero 27. Available from: https://sportadictos.com/2015/08/la-sal-es-perjudicial.
2.
Alimentos AdDy. El sodio en su dieta. [Online].; 2012 [cited 2018 Enero 27. Available from: https://www.smchealth.org/sites/main/files/file-attachments/usda_sodium_spanish.pdf.
3.
OMS. Reducir el consumo de sal. [Online].; 2016 [cited 2018 Enero 28. Available from: http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs393/es/.
4.
B. FM. La sal es indispensable para la vida, pero cuánta? [Online].; 2012 [cited 2018 Enero 28. Available from: https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0717-75182012000400013.
5.
Francisco Botella Romero JJAMyAHL. Uso y abuso de la sal en la alimentación. [Online].; 2015 [cited 2018 Enero 27. Available from: http://www.aulamedica.es/nutricionclinicamedicina/pdf/5030.pdf.
6.
Marisa Beatriz Vázquez S. SNLR,ACCCKC. Sal y salud, el punto de vista del consumidor Argentino. [Online].; 2012 [cited 2018 Enero 28. Available from: https://scielo.conicyt.cl/pdf/rchnut/v39n4/art12.pdf.
7.
HealthKeeper E. AxaHealthKeeper. [Online].; 2015 [cited 2018 Agosto 21. Available from: https://www.axahealthkeeper.com/blog/los-efectos-de-consumir-mucha-sal/.
8.
Ospina PN. Consejos para que la sal no le haga daño. [Online].; 2015 [cited 2018 Enero 27. Available from: http://www.elcolombiano.com/colombia/salud/lo-malo-de-la-sal-es-el-exceso-1-HY2054595.

viernes, 26 de enero de 2018

ESTRÉS Y SISTEMA INMUNITARIO

ESTRÉS Y SISTEMA INMUNITARIO

El estrés es un problema cotidiano de los seres humanos, la mayor parte del tiempo este se encuentra sometido a condiciones adversas en el hogar, trabajo, ciudad, universidad e incluso a condiciones que  ponen en peligro la vida como los asaltos, secuestros o guerras.  Forma parte de un proceso fisiológico que ocurre cuando el individuo se enfrenta a demandas cambiantes del ambiente las cuales sobrepasan sus recursos, de tal manera que percibe que no puede darles una respuesta efectiva, lo que ocasiona que su organismo emita una respuesta para adaptarse, esta consiste en un aumento importante de la activación fisiológica y cognitiva, lo que favorece una mejor percepción de la situación y sus demandas, un procesamiento cognitivo más rápido y potente de la información disponible, una búsqueda de soluciones eficaces y una mejor selección de las conductas adecuadas para hacer frente a las demandas de la situación. (1’2)

El organismo del ser humano en su conjunto es un sistema complejo y dinámico que tiene el objetivo de mantener el equilibrio de su estado interno, este estado denominado “homeostasis”, el cual está constantemente amenazado por la exposición a eventos dañinos o estresores. (3)

La respuesta al estrés está controlada por el sistema nervioso central (SNC) y la coordinación que este ejerce sobre los 3 sistemas que controlan la homeostasis del organismo; sistema endócrino, sistema inmunitario y sistema nervioso autónomo. (4) El eje hipotálamo-hipofisario-adrenal es el responsable de generar la cascada de reacciones propias de la situación estresante, en el hipotálamo las neuronas de la región parvocelular del núcleo paraventricular poseen axones que se proyectan a la capa externa de la eminencia media donde secretan la hormona liberadora de corticotrofina (CRH), esta cruza a través del sistema porta-hipofisiario estimulando a las células corticotropas de la adenohipófisis a que secreten la hormona adenocorticotrofa (ACTH), esta a su vez tiene como órgano diana a las glándulas suprarrenales, específicamente las porciones fasciculadas y reticular, que en respuesta a la estimulación de la ACTH secretan glucocorticoides, el principal en el ser humano; el cortisol.(4’5) Las condiciones de estrés inducen a la activación de las neuronas preganglionares del sistema nervioso simpático y la liberación concomicante de noradrenalina por las neuronas postganglionares simpáticas, además de estimular a las células cromafines de las glándulas suprarrenales a que secreten adrenalina al torrente sanguíneo.

Ambos tipos hormonales, glucocorticoides y catecolaminas (adrenalina y noradrenalina), liberados ante la exposición al estrés ejercen funciones inmunomoduladoras, con lo que contribuyen a regular el funcionamiento del tercer efector de la respuesta al estrés, el sistema inmunológico. Las catecolaminas y glucocorticoides  en el intento por restablecer la homeostasis del organismo y hacer frente a la situación de estrés, inhiben el funcionamiento de los sistemas con mayor gasto energético como el digestivo y el sistema inmunológico, es decir durante la exposición del organismo al estrés ocurre un hipofuncionamiento del sistema ya que estos se fijan a sus receptores específicos que se encuentran localizados en la membrana y el citoplasma de las células inmunes en las cuales ejercen efectos indirectos como la alteración de producción de citocinas (INF-y, TNF, IL.1, IL-2 e IL-6) necesarias para la maduración y movilización de los linfocitos y otras células inmunitarias. (6’7’8)
Se ha demostrado mediante estudios en ratas que la exposición a estrés durante el desarrollo temprano también ejerce efectos adversos sobre el funcionamiento del sistema inmune en la vida adulta, por ejemplo en una rata en la que en su última semana de gestación se la sometió a estrés prenatal por aislamiento, exposición a ruido y luz lo cual redujo la respuesta proliferativa de los linfocitos B y disminuyó la actividad citotóxica de las células NK en el bazo y la circulación periférica de las crías a los 2 meses de edad, con relación a las crías cuyas madres no fueron sometidas al estímulo estresor. Cabe recalcar que se aborda el tema de estrés e inmunidad desde una perspectiva experimental, siendo los dos campos más incursionados el desarrollo de las enfermedades infecciosas no graves y la cicatrización de las heridas superficiales, todos obteniendo la misma conclusión; el estrés influye negativamente en el sistema inmune. (4)

Como se recalca al inicio de la investigación el estrés crea una respuesta fisiológica del organismo para adaptarse, pero cuando el estrés es crónico (progresivo) induce al mantenimiento elevado de los niveles circulantes de glucocorticoides y catecolaminas, lo que influye negativamente en el sistema inmune mediante los mecanismos ya descritos, es decir el individuo se vuelve más vulnerable a contraer infecciones, a prolongar la duración de las enfermedades y el tiempo de cicatrización de las heridas, además altera el tiempo de sueño normal, estimula el sedentarismo y la malnutrición con lo que se potencian los efectos negativos del estrés sobre el funcionamiento del sistema inmune y sus consecuencias en la salud.


BIBLIOGRAFÍA

1. Barra-Almagia E. Influencia del estrés y el ánimo depresivo sobre la salud adolescente: análisis concurrente y prospectivo. Universitas Psychologica, 8(1):175-182, 2009 [Internet]. Red Universitas Psychologica; 2009. Disponible en: https://books.google.com.ec/books?id=7hyCAQAACAAJ
2. Estrés académico y sus manifestaciones inmunológicas: La evidencia de la psico-neuro-endocrino-inmunología. 12 de mayo del 2015. 1(1):13.
3. Sergio Galán Cuevas, Everado José Camacho Gutierrez. Estrés y salud Investigación báscia aplicada [Internet]. 1ra ed. Mexico: El manual moderno; [citado 23 de enero de 2018]. 227 p. Disponible en: https://books.google.com.ec/books?id=7NTHCQAAQBAJ&printsec=frontcover&dq=estres+y+salud&hl=es-419&sa=X&ved=0ahUKEwjAovupru7YAhVSvVMKHRdHC2oQ6AEIJjAA#v=onepage&q&f=false
4. Gómez Gonzáles B, Escobar A. Estrés y sistema inmune. 2006. 7(1):9.
5. Daniela Bohórquez Borda, Fernando Riveros Munévar, Constanza Londoño, Stefano Vinaccia. El sistema inmunológico en personas con trastorno de estrés postraumático: una revisión. Junio del 2016. 26(2):8.
6. Borja Ocón Moreno. Modulación ejercida por los glucocorticoides sobre la función de barrera intestinal [Internet] [Analítico]. [Granada, España]: Universidad de Granada; 2015 [citado 23 de enero de 2018]. Disponible en: http://hdl.handle.net/10481/40376
7. R.S.Vela-Vásquez, I.Grigorov-Tzenkov, J.L.Aguilar. Bloqueadores beta en shock séptico: una revisión. Febrero 25. 62(2):6. 
8. Abul  K Abbas, Andrew H. Lichtman, Shiv Pillai. INMUNOLOGÍA CELULAR Y MOLECULAR. Septima edición. Barcelona, España: ELSEVIER; 2012. 557 p.